Este mes de febrero, Anomalía Editorial recupera una obra fundamental de la literatura argentina y de las letras hispánicas: Los siete locos (1929), de Roberto Arlt. ¿Quieres saber más? Quédate, que te lo contamos.
Aunque a menudo opacado por otros autores argentinos como Borges o Cortázar, Roberto Arlt ocupa un lugar distintivo en la literatura argentina del siglo XX. Su novela Los siete locos, junto con su secuela Los lanzallamas, ofrece una mirada sombría a la degradación y el caos de la sociedad. A través de sus personajes desesperados, Arlt nos presenta una visión apocalíptica, marcada por el pesimismo y la autodestrucción.
Nacido en 1900, Arlt se formó al margen de los círculos intelectuales tradicionales. Proveniente de una familia de origen alemán y marcado por una infancia difícil, encontró en la escritura y el periodismo su medio de expresión. Publicó su primera novela, El juguete rabioso, en 1926, y aunque Los siete locos y Los lanzallamas obtuvieron repercusión, no lograron el éxito crítico esperado. Parte de este rechazo se debió a su estilo crudo y alejado de las formas literarias más ortodoxas de su época, además de su feroz crítica social, que chocaba con las convenciones establecidas.
Sin embargo, lo que en su momento fue motivo de marginación, hoy lo ha llevado a convertirse en un autor de culto. Arlt fue un precursor del existencialismo en la literatura argentina, y sus obras están impregnadas de un pesimismo radical que conecta directamente con autores como Kafka y Dostoievski, aunque el argentino lleva la sordidez a un nivel aún más extremo
¿De qué trata Los siete locos?
La novela sigue los pasos de Remo Erdosain, un contable que, tras ser descubierto por desfalco en la empresa azucarera donde trabaja, cae en un abismo de desesperación y locura. Erdosain es un personaje atormentado, atrapado en su propia angustia existencial. En su búsqueda de un sentido para su vida, se encuentra con El Astrólogo, un líder carismático y castrado que planea una revolución para derrocar el orden establecido, llevar a la sociedad al colapso y reconstruirla desde sus cenizas.
A través de estos dos personajes, Arlt introduce una galería de figuras excéntricas, que incluye al Rufián Melancólico, el Hombre que vio a la Partera y el Sordo, entre otros; personajes rotos, alienados, que encarnan distintas facetas de la locura y el caos. El plan revolucionario de El Astrólogo es, en esencia, una utopía comunista basada en la muerte y el caos, pero los métodos para lograrla son tan delirantes como violentos. La revolución se financiaría mediante una red de prostíbulos, y Erdosain, con su mente de inventor frustrado, sería pieza clave para diseñar armas químicas letales.
Los siete locos se distingue por su estructura narrativa única, que refleja la confusión y desesperación de sus personajes. La trama no avanza de manera lineal; en su lugar, gira en torno a sí misma como un torbellino, atrapando a los personajes en una espiral de angustia existencial de la que no pueden escapar. A través de los monólogos interiores, especialmente de Erdosain, los personajes revelan su sufrimiento y la incapacidad de cambiar. En lugar de buscar redención, parecen sumidos en un masoquismo autodestructivo, características muy propias de la literatura existencialista.
El lenguaje que utiliza Arlt a lo largo de la novela es otra característica distintiva del autor argentino, que combina con fluidez y de forma magistral la sordidez con los destellos más poéticos. La atmósfera oscura que crea está marcada por imágenes visualmente poderosas que evocan una sensación expresionista. A pesar de la repetición y la complejidad de los monólogos, algunos fragmentos brillan con gran intensidad, conversaciones, descripciones y monólogos donde se fusiona de forma casi imperceptible lo físico y lo metafísico en metáforas impactantes.
Los siete locos no es una lectura fácil. Requiere de ti una disposición para explorar las profundidades más oscuras del alma humana. A través de su estilo alucinado y su trama delirante, Arlt ofrece una reflexión profunda sobre el absurdo de la vida y la autodestrucción, presentando una visión apocalíptica de una sociedad condenada al fracaso. La obra desafía convenciones literarias y confronta al lector con sus propias miserias, presentando una humanidad que se regodea en su destrucción en lugar de buscar consuelo. En pocas palabras, Los siete locos es un viaje inquietante al infierno que todos y todas llevamos dentro.
